Hoy en día, la mayoría de las empresas grandes, medianas y pequeñas involucradas en la venta de bienes y servicios brindan periódicamente descuentos a los clientes. Esta es una forma efectiva de atraer la atención y aumentar la demanda, gracias a la cual puede aumentar significativamente las ventas y los resultados, a pesar de que los bienes/servicios se venden a precios reducidos.
Descuentos, promociones y rebajas
Según la terminología económica, un descuento es una herramienta de marketing diseñada para alentar a los clientes a realizar compras. De hecho, se trata de una reducción unilateral del coste de los bienes/servicios por parte del vendedor. También es habitual llamar descuento a la diferencia entre el coste inicial y el que está vigente en el momento en que se proporciona la promoción/bonificación. Por ejemplo, si una tienda ofrece un descuento del 15 %, este número se denominará descuento.
Por regla general, al descontar el costo de un producto en particular, el vendedor nunca cae por debajo de su costo. El comprador se guía por el precio indicado en la etiqueta de precio, y este es un valor deliberadamente sobreestimado. Así, el vendedor no actúa en perjuicio propio, ni siquiera en el peor de los casos (si la acción no funcionó), y en el mejor de los casos, aumenta los beneficios.
La política promocional es reconocida como efectiva en todo el mundo y es utilizada por representantes de grandes, medianas y pequeñas empresas. Tiendas de alimentación, electrónica, ropa, material deportivo, materiales de construcción, todas, de una forma u otra, utilizan un sistema de descuentos, que puede ser:
- Simple (no depende de factores secundarios).
- Acumulado (por facturación).
- De temporada (para camisetas en invierno, o para chaquetas en verano cuando hay demanda mínima).
- Para clientes habituales (para que no acudan a la competencia).
- Para un pago más rápido (cuanto más rápido, menor es el precio).
- Por el volumen de bienes comprados (al por mayor es más barato).
- Para productos nuevos (a los efectos de su publicidad adicional).
En total, hay alrededor de 40 tipos de descuentos: distribuidor, compensación, bonificación, colectivo, vacaciones, especial, suscripción, etc. Todos ellos se dividen condicionalmente en 3 grandes categorías: ventas, logística y marketing. Los primeros están destinados a concluir transacciones de dinero de productos básicos, los últimos a mejorar los flujos de efectivo y de productos básicos, y los terceros a estructurar canales de distribución y establecer relaciones comerciales con socios comerciales.
Las estadísticas muestran que solo los descuentos significativos pueden atraer el interés de los compradores. Así, un descuento del 3 o 5% no es incentivo suficiente para aumentar la demanda. Para que crezca notablemente, es necesario bajar al menos un 12-13%. En este caso, es deseable utilizar valores de precios contrastantes/límites para que la diferencia se note a simple vista. Así, la oferta "5100 en lugar de $5300" no parece tan atractiva como "4900 en lugar de $5100", aunque en ambos casos se descuentan $200.
Datos interesantes
Los descuentos, de una forma u otra, han existido en todo momento, desde el momento en que una persona domina el comercio: el intercambio de bienes y servicios por unidades convencionales (dinero). No importa dónde y cuándo se vendió el producto: en un hipermercado moderno o en un bazar medieval. En ambos casos, el producto caducado o perecedero se vendió/vendió más barato, y esta es una ley objetiva de la realidad. Solo hoy, a diferencia de la antigüedad, existen estadísticas de ventas detalladas, de las cuales se desprenden datos muy interesantes:
- Hasta el 93% de todos los consumidores usan cupones/códigos al menos una vez al año para comprar bienes/servicios a precios reducidos.
- Si a los compradores se les ofrecen dos opciones: una reducción del precio del 30 % o un aumento del volumen del 30 %, la gran mayoría elegirá la segunda opción.
- Solo el 30 % de los compradores realizan pedidos para convertirse en propietarios de los bienes. Y el 70% lo hace para solucionar un problema/tarea concreta (comprar comida para saciar el hambre, medicinas para curarse, ropa para salir).
- El spam realmente funciona y, según las estadísticas, más del 70% de los encuestados responde a las ofertas promocionales que llegan a su correo electrónico.
- La promoción de envío gratis es merecidamente la mejor. Por lo tanto, en dos casos con el mismo producto, es más probable que el comprador acepte un precio de $500 con envío gratis que un precio de $250 y $250 de envío pagado.
El descuento es una herramienta de marketing eficaz, y esto se ve claramente en las estadísticas de los hipermercados de alimentación. Por lo tanto, la mayor parte de los compradores no solo tiende a llenar las cestas con productos con etiquetas de precios rojas/promocionales en primer lugar, sino que, en principio, acuden a la tienda solo por ellos. Si no hubiera acciones, el comprador medio rechazaría la compra o la pospondría para otro día.